Poemas

No cedas

Déjate llevar por tus impulsos. Caerás despacio, sin prisa. Eres hoy quien deseas ser y mañana no sabrás que ser. Sigue de pie, descalzo, la grietas se abrirán y la lluvia cesara. Sólo camina.

Moldeaste a placer, ahora deshaz y vuelve a comenzar. Las cosas no importan, tú les das valor, una búho; una lámpara; un cigarrillo; una mujer.

Ciégate y aprecia mejor, que aquello que alguna vez quisiste desaparecerá. Ahora estas aquí disfrutando; siente, prueba sin inhibiciones, no cedas a ellos. Sólo vive.

Otro amanecer

El ocaso llega, tu cara al sol que muere, llevas esperanza (sonríes), el barco va a zarpar con luz de noche y un mar enfrente; te digo palabras, me despido de ti, me alejo. Vuelvo la cabeza, tú no estas; eras imagen, un reflejo y no serás más que un recuerdo hundido en lo profundo de las sombras. Ahí en las sombras sabré iluminarte con mi boca, con mi voz, con el tacto de mis manos, para hacerte volver cuando el alba llegue otra vez a esta mente exhausta.

Fumarada

Y estoy aquí fumando un cigarrillo
Con mensajes estoy contigo
Extrañando el olor de tu cabello
Observándote en la noche gris
Tragándome este sentimiento
Que quiero esparcir en tu boca
Volcar en tus labios y en tus ojos
Quiero conservar tu recuerdo y perderme en él
En ese sueño nocturno de ilusión
En el sendero que deja tu hálito

Jorge Ari